CARNAVAL, CARNAVAL...

En estos momentos, cuando estoy escribiendo, hay una algarabía debajo de mi balcón, que no oigo ni mis propios pensamientos. Hoy es el gran desfile de Carnaval, aquí en mi ciudad, y hay tremendo follón en las calles.
Esto durará hasta bien entrada la madrugada, así, que como ya sabéis que no me gustan los carnavales, cogeré mi Gatomovil y me iré lejoooos.

Pero antes os dejaré una historia verídica, jajajaja. Los protagonistas son los perros, pero podrían haber sido los gatos perfectamente.

Un ingeniero, un contable, un químico, un informático y un funcionario, se vanaglorian por tener cada uno un perro maravilloso.
El ingeniero llama a su can:
-¡Raiz cuadrada!!,enseñanos tu talento:
La perra avanza hasta una pizarra y dibuja rápidamente, un cuadrado, un circulo y un triángulo.

El contable dice a su perro:
-¡Balance!! enseñanos lo que puedes hacer:
El perro va hasta la cocina y vuelve con una docena de galletas y las apila en tres montones iguales de cuatro galletas.

El químico dice que su perro puede hacerlo mejor:
-¡Termómetro!!, haz tu número:
El perro abre la nevera, coge un litro de leche, va al armario a conseguir un vaso de 10cl y vierte exactamente 8cl sin derramar ni una gota.

El informático piensa que se va a quedar con todos:
-¡Disco duro!! impresionales:
El perro se instala delante del ordenador, lo arranca inicia el programa antivirus, envía un mail e instala un nuevo juego.

Los cuatro hombres se vuelven hacia el funcionario y le preguntan:
-¿Y tu perro que sabe hacer?
El funcionario mira a su perro y le dice.
-¡Cafelito!! enseñanos los talentos del funcionariado.
El perro se levanta, hace un crucigrama en la pizarra, se come las galletas, se bebe la leche juega a un solitario en el ordenador, se monta a la perra del ingeniero y simula haberse lesionado la espalda en la labor, por lo que rellena un formulario de accidente laboral, y se coge una baja de seis meses.
¡¡OLEEE MI PERRO!!.