Los trabajadores de la empresa informática Binariasa han recaudado tres céntimos de euro estos últimos dos meses con la venta de un calendario benéfico en el que los empleados aparecían desnudos. Aunque el precio inicial era de cuatro euros, el escaso éxito de ventas obligó a los informáticos a ir rebajándolo hasta llegar a los cinco céntimos por unidad.
“Estamos
satisfechos con los resultados finales”, afirma Emilio Rebollo, director de
Binariasa. Y añade: “No pensábamos vender ninguno, así que hemos recibido la
noticia de la venta de una unidad con mucha alegría. A los bomberos se los
compran las novias y nosotros de eso no tenemos”.
Sin embargo,
los números no cuadran, y eso preocupa a Rebollo. “Si cada calendario costaba
cinco céntimos, no es posible que hayamos recaudado tres céntimos”, explica, y
añade que ya han iniciado la investigación sobre el descuadre económico
mediante un avanzado software que ellos mismos han programado. “Ya no es por
nosotros, sino por los más necesitados”, lamenta. Los beneficios de los
calendarios irán destinados a una ONG que pretende proveer de ordenadores las
aldeas más pobres de África, aunque con lo recaudado no les llega ni para un
ratón de ordenador.
Haciendo
autocrítica, los empleados reconocen que podrían haber recaudado algo más de
dinero si no hubieran posado desnudos. “Con fotos de geranios no habría ido
mucho mejor”, sentencia Rebollo.